viernes, 26 de junio de 2009

El Rostro ( Capítulo II)

II

El silencio reinaba en el auto de Prada y Funes. Se dirigían rápidamente hacia la casa del jefe, quien los sorprendió con el pedido de verlos inmediatamente. Los dos estaban consternados por lo que había pasado en el departamento de Martini. Era extraño, pues por su trabajo los dos estaban endurecidos. Pero el repentino ataque de histeria de la chica y su abrupto final los dejó pensando. Prada mas que nada sentía que no había podido hacer nada y el no estaba acostumbrado a eso. Todo estaba bajo su control, excepto por ese pequeño momento. Funes tenia una extraña sensación, se sentía como si todo hubiese sido una alucinación. Pero a la vez sabía que había sido demasiado real. Ahora se dirigían velozmente a la casa del jefe. También estaban intrigados por saber a que venia la inesperada convocatoria. Al otro día deberían comenzar con la investigación. El cuerpo de las dos victimas ya estaban camino a la morgue judicial y mañana deberían hablar con el forense para que les de el informe. Detenidos en un semáforo Prada quiso romper el silencio:

- Che, que lastima que no pudimos hablar con el encargado con todo este desastre.

- Si, todo se embarulló y paso desapercibido. En la semana tendríamos que volver ¿no?

- Quédate tranquilo que si. Ahora me quede pensando en lo que dijo la chica antes de saltar.

- ¿Lo de que no tenia rostro?

- Si, cálculo que se refería a alguien. No se a quien- Prada estaba inseguro quería que su compañero lo ayudara. El tenia la fuerte sensación de que ahí hubo un tercero pero no quería quedar en vergüenza si todo esto resultaba ser un crimen pasional y el hubiese armado toda una teoría complicada. El siempre buscaba el apoyo de Funes. Confiaba mucho en el.

- Supongo que se refería al asesino. Se la veía totalmente desencajada. Esta bien que pasó por una situación horrible, por la forma en que mataron a Martini, la muerte fue extremadamente violenta. Ella no fué. De eso estoy casi seguro Prada.- Funes miró fijamente a su compañero. Era lo que Prada esperaba de el. Siempre estaban como en sintonía.

- ¿Pero el encargado pudo ser capaz de eso? ¿Lo viste en el hall de entrada cuando salimos?, daba lastima. No tiene la fuerza para hacerle ese corte a Martini. Además el tipo este, era bastante grandote. ¿Cuánto calculas?, ¿1,85?, el encargado a lo sumo llegaba al metro setenta.- Prada termino su frase y se dio cuenta que ya estaban frente a la hermosa casa del jefe en castelar. Apagó el motor del coche y se quedaron en el auto en silencio. Ver morir a una victima sin poder hacer nada para ellos había sido devastador. Sus mentes estaban revueltas. Al unísono, abrieron y cerraron las puertas del auto. El viejo dodge 1500 azul de Prada se sacudió. Los dos se encaminaron hacia la puerta. Bilbao abrió la misma antes de que pudieran tocar el timbre. Despeinado, a medio vestir y con cara de pocos amigos dijo – si despiertan a mi señora la aguantan ustedes después. Pasen en silencio por favor.- los dos acataron las ordenes al pie de la letra. Bilbao era un hombre joven, de unos 43 años, de gesto muy severo siempre. Los dos le tenían mucho respeto. Era un hombre que siempre se mostró muy capaz y que amaba su profesión.

- Bueno muchachos, se habrán extrañado por la urgencia con lo que los llame sin poder esperar a vernos en la oficina - dijo Bilbao mirándolos a los ojos. Los dos detectives se miraron y asintieron casi al unísono – Bueno parece que es gordo lo que pasó hoy en ese departamento. El tipo que encontraron muerto al parecer era un secretario de estado. Me parece que del ministerio ese de ciencia y tecnología. Puede que este metido algún tipo de chanchullo político en el medio. Por lo poco que pude averiguar del hombre este tiene varias causas iniciadas. Esta sospechado de quedarse con plata de un par de negociados, además de que esta acusado por acoso sexual a varias empleadas de su sector y parece que se metió con gente que no debía.- el jefe hizo silencio esperando que alguno de los dos diga algo. Prada y Funes solo lo miraron atentamente.- Entonces bueno muchachos, lo que les pido es discreción en la investigación que van a realizar. Todos los avances, escúchenme bien, TODOS los avances que obtengan, antes de hacer nada vienen a mi despacho, casa, casa de country o donde fuera que este, y me los comunican. Acá si escrachamos a alguien que no debemos nos jugamos, los puestos, las carreras y las vidas nosotros.- otro silencio, Prada y Funes mudos - ¿me están escuchando? Otra cosa, la chica que se tiró por la ventana, era la amante del tipo este. Tiene toda una doble vida, estaba casado tenia pibes. Así que con la chica también mucho cuidado, no hagamos que esta parte salga a la luz, va haber que dibujar el tema de alguna manera.- Prada reaccionó – Si con Funes ( miró a su compañero) creemos que la chica habló del asesino antes de tirarse por la ventana- Prada estaba inseguro, miraba a Funes seguía buscando ese apoyo.

- ¿Lo conocía? ¿Dio algún indicio de la identidad del tipo?- el jefe dividía su mirada en los dos detectives que no parecían estar con sus acostumbradas reacciones rápidas

- Mire jefe al parecer lo conocían, por que las cerraduras estaban intactas y no había signos de que buscaron algo en la casa ni nada. Lo que dijo la chica simplemente fue “no tenia rostro”, lo repitió como quince veces antes y mientras corría para tirarse- Funes ahora miro a Prada. El jefe quedo mirándolo fijo en silencio - ¿Y eso? ¿Qué quiere decir Funes?, no me dijiste nada, eso y nada es lo mismo. La mina te esta diciendo que no le vió la cara- tímidamente Prada intervino – si es algo desconcertante jefe pero es lo que dijo.- el jefe lo interrumpió abruptamente- Estaba en estado de shock Prada, previo a suicidarse- el detective tomo coraje – pero yo creo firmemente que esa es una pista fundamental de la descripción de el asesino jefe – la cara de Bilbao cambió, no le gusto nada lo que dijo- ¡Prada pavadas no! ¡Te acabo de decir que con esta investigación hay que tener cuidado y vos me salís con que lo que dijo una chica, totalmente desencajada por ser la única testigo de el salvaje asesinato de su amante, es una pieza clave de la investigación¡ Les voy a pedir a los dos que sean inteligentes, que se vayan ahora a dormir, que descansen ( por que me parece que no dormir los afecto bastante) y se tomen el día, el miércoles vuelven mas frescos y lucidos y se ponen a trabajar como se debe- Bilbao se incorporo del sillón y empezó a caminar hacia la puerta de entrada, como indicándoles el camino a los detectives. Prada y Funes no tenían que decir una palabra para saber lo que pensaba cada uno. Se fueron en silencio. Abrieron las puertas del auto y se sentaron al unísono. Prada encendió el motor miró a su compañero y dijo en tono tranquilo - ¿Te dejo en tu casa?- el otro quedo en silencio por unos segundos y luego contestó – no déjame en la morgue que tengo trabajo que hacer- Prada acelerando y sin mirarlo – que coincidencia yo voy para allá también, ¿vamos juntos?

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